El dicho popular asegura que “el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra es el hombre”, lo que lleva a entender que es víctima de sus propios errores. El ejemplo rotundo es la contaminación ambiental que no para y ya generó un cambio climático con consecuencias muy negativas. Esta introducción vale para dimensionar la preocupación de los técnicos y productores de cítricos tucumanos a partir del interés en producir naranjas que se generó en la provincia ante la escasez mundial de jugos, y por el tentador precio de la fruta en fresco.
Sucede que para concretar la iniciativa, al no haber suficiente material de propagación en Tucumán para atender una gran demanda, habría que recurrir a otras provincias y correr el riesgo de ingresar material infectado con HLB (entre otros), enfermedad de los cítricos que no tiene cura hasta la fecha y, literalmente, “mata” a las plantas.
Al respecto, el ingeniero Hernán Salas, coordinador del Programa Citrus y director asistente de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), explicó que parte del interés en plantar naranjas es porque la limonicultura en el Noroeste Argentino atraviesa una situación muy complicada.
Precisó que el aumento de las superficies plantadas que hubo en España, Sudáfrica, Turquía y en la Argentina casi duplicaron la oferta de hace 10 años, y que esto provocó la caída de los precios por la venta de fruta fresca en los mercados internacionales, además de que año a año es más frecuente terminar la campaña con fruta en los árboles. Apuntó que también la oferta de los derivados del limón se incrementó y que se sumaron a la competencia industrias de Uruguay y Sudáfrica, y de otros países.
El temido HLB
Pero en el mercado de los citrus la situación de la limonicultura es totalmente contraria a lo que ocurre con la naranja. Salas indicó que el Huanglongbing (HLB) está provocando enormes daños a la citricultura en el Estado de Florida (EEUU) y también ahora en Brasil, los dos principales oferentes de jugo de naranja a nivel mundial. En el caso del país del Norte, la reducción ya supera el 80% de la producción de hace 20 años. En Brasil, en tanto, la infección comenzó a generar fuertes caídas y seguramente, a futuro, tendrá un efecto similar al de Florida.
“Esta situación llevó a una gran demanda y, por lo tanto, al aumento significativo de los precios de los derivados de la industria de la naranja. A nivel local, cabe señalar que las industrias ofrecen hasta U$S 300 por la tonelada de fruta en la planta (casi U$S 6 por bandeja de 20 kg) comparado con el precio de la tonelada de fruta para industria de limón en planta, que no llega a los U$S 60”.
Reconversión y plantines
Respecto de la reconversión del sector citrícola tucumano y la demanda de plantines, el ingeniero Salas graficó la situación. “La Argentina es el mayor productor mundial de limones (25% del total) y el mayor procesador de este citrus (65%). En el caso de Tucumán, el 80% de la producción es destinado a la industria. Actualmente existen unas 42.000 hectáreas destinadas al limón y otras 10.000 entre las provincias de Salta y Jujuy. De esta superficie, aproximadamente 15.000 ha están en proceso de gradual abandono.
Ante el sugerente escenario que presenta hoy la industria de la naranja -apuntó-, ya comenzó lentamente la reconversión hacia este cultivo. No se conoce aún con precisión cuántas hectáreas se destinarán, pero sí debe considerarse que para un productor de limones resultará mucho más atractivo virar a otra especie cítrica (en este caso la naranja) que a otro cultivo”.
Tucumán y el desafío de los derivados del limónEn este sentido, señaló que existe en este momento una gran demanda de plantas de naranjas en toda la región NOA. “Sobre el material de propagación, el Centro de Saneamiento de Citrus (CSC) de la Eeaoc es el único que dispone de bloques de preincremento de yemas de cítricos y géneros afines para abastecer a los viveros y empresas de la región NOA. En los dos últimos años, y en consonancia con la situación planteada previamente, el CSC registró un incremento significativo en los pedidos de yemas de variedades dulces por parte de los viveros. Y si bien aumentamos el número de plantas de preincremento de esas variedades, los pedidos de yemas de naranja Valencia late para la próxima campaña, excede nuestra disponibilidad”.
Libre de la enfermedad
Salas se refirió también al lugar que ocupa Tucumán en cuanto a la situación fitosanitaria de los citrus. “Según la clasificación del Programa Nacional de Prevención del HLB, nuestra provincia ocupa la zona 1 en cuanto a territorio libre, tanto del insecto vector como de la bacteria causante. De manera que existe una imposibilidad real de importación de yemas desde la región NEA, que podría cubrir parte de la demanda, pero su status fitosanitario corresponde a la zona 3 (presencia de la bacteria y del vector causal del HLB)”, resaltó.
Agregó que además de esta letal enfermedad para los citrus, debe considerarse que en las otras zonas citrícolas también están presente la Clorosis variegada y la Leprosis de los cítricos, enfermedades que no están en nuestra provincia y presentan también un riesgo por sus efectos negativos”.
Como conclusión, el ingeniero Salas destacó que hasta acá es muy efectivo el control que con AfiNOA se realiza en los puestos fronterizos de la provincia para evitar el ingreso de envases y cítricos sin la autorización sanitaria. “Es oportuno, previo al inicio de la campaña 2024-2025, advertir al sector productivo sobre este enorme riesgo. Si esto no se tiene en cuenta el futuro de la actividad citrícola de la región estará en riesgo ante la posibilidad cierta del ingreso de las distintas enfermedades. Y más si no se respetan los procedimientos y las normativas vigentes para el manejo del material de propagación”.
La síntesis del daño ante el posible ingreso del HLB en la provincia no admite ningún margen de equivocación: “nuestra provincia es pequeña en su extensión territorial, y si llegara a ingresar la enfermedad, la infección letal se extendería rápidamente”.